lunes, 15 de junio de 2009

Converge - No Heroes


Converge es una banda salida de Salem, Massachusetts. Pueden encontrar su 'biografía' en la Wikipedia; por lo que a mí respecta, es una de mis bandas favoritas, no por su trayectoria entera sino por dos discos: Jane Doe y No Heroes. Tienen la costumbre de redefinir el metalcore con cada nuevo disco, y No Heroes no es la excepción. Su característica ira salida de la mejor mezcla del mundo (piensen Orchid + Slayer; aunque en este disco suena más a Orchid + Cult of Luna + thrash/sludge/black + pure fucking hatred) seguro pondrá a más de uno o una en modo de violencia - estos vatos dejaron atrás la teatralidad metalera y la simplicidad del hardcore en favor de un estilo altamente técnico (neta que en las primeras cuatro rolas de este disco hay más cambios de ritmo que en toda la discografía de Mars Volta) e intensamente agresivo. Dicen por ahí que en sus conciertos, por ejemplo, no ha sido raro el descalabrado por golpes del bajista, los aplastados por la furia de la multitud en movimiento, o el fan que sale volando del escenario arrojado por el vocalista. Hay en Converge un verdadero enojo que se trasluce en todas y cada una de sus canciones, un enojo inteligente y concentrado que se vuelve como una fuerza primaria, un elemento constitutivo del mundo. No Heroes es un himno al "uno mismo", es la obscuridad que purifica de las idealizaciones, es la destrucción de las limitaciones (la tranquilidad, la individualidad...); la furia es la última y la única verdad, y a través de ella nos atrevemos a matar a los héroes y volver a la naturaleza (la cual no nos quiere de regreso y es más maligna de lo que recordamos), retomamos el auténtico significado de sobrevivir y al fin vislumbramos la nada del universo.

Formalmente, No Heroes es una locura: secciones de riffs aplastantes al más puro estilo hardcore ceden el camino a todo tipo de experimentaciones y combinaciones que hacen lucir la maestría de los instrumentistas, mejorando los trabajos de quienes citan como influencias con creces y desde un ángulo siempre extremo, violento. En un punto llegan a hacer post-metal más "atmosférico" que Cult of Luna, sludge más pesado que Eyehategod o Electric Wizard, y mathcore más complicado que el de Dillinger Escape Plan. O sea, me encanta. Además, lo chingón de este disco es que hay un momento, "Grim Heart / Black Rose" en el que la furia da lugar a la tristeza y luego se combinan. Por tanto, no es una tristeza con la que querramos sentarnos en la esquina y llorar hasta dormir (o morir, que sería casi lo mismo desde cierto punto de vista más antiguo), sino salir al mundo llorando y perdernos en una montaña, odiando (realmente odiando) todo lo que no es la obscuridad y nuestra voluntad... hasta morir.

Por lo pronto, los dejo con este gran álbum. Espero que lo disfruten en toda su profundidad y su complejidad. Olviden la paz, la tranquilidad, los héroes. Sólo existe el dolor, el enojo, y la nada. Sólo existe nuestro cuerpo y nuestra voluntad. Al final, no necesitamos nada más.


Death as it should be