sábado, 29 de agosto de 2009

Axolotl - Telesma


Drone drone drone noise noise
Heaven.

Tao. Fantasmas in vitro -
Muerte fractal = vida. Instrumentos? Expresiones; anti-materia y anti-arte absorbiendo la médula del axis mundi. 38'59'' : fin del significado, cambio metabólico, tiphereth implota y tocamos la )des(órbita.
libertad - el espíritu carcome el poliéster, programa su furia. en el ruido vuela until "she turns and looks a moment in the glass, hardly aware of her departed lover;" vuelvo entonces a la quietud de la célulA.
La transmisión se curvea y florece en nuestra sangre polifónica... hasta el contagio. Sin cura, se dibuja un tercero - ¿trialéctica? - que se desliza entre nuestras manos ("Your Hand In Mine"); aniquila y ahoga.

sin Comprensión/Entendimiento/Significado, tal vez nuestra sonrisa se haga verdadera, corporal[mental], Significativa. To at last wash away and flow, with you.

Infect me

p.d. - llorar y reír como nunca antes

martes, 11 de agosto de 2009

Supergrupo

"No mams tiene a Billy Corgan, John Cleese, Paty Navidad y el wey ese de la banda que es todavía demasiado hip como para que todo mundo la conozca!!!!!!!"

¿Alguna vez han escuchado de un 'supergrupo' que no haya apestado (desde leve hasta asquerosamente)? Yo sí, haha... lo siento, fue una pregunta trucada. Todos conocemos a 'supergrupos' que tienen muchas virtudes, aunque los podemos contar con los dedos de las manos. Además, el concepto de supergrupo está invariablemente ligado al mainstream y a lo corporativo; lo 'super' es establecido a priori por la fama a través del reconocimiento, por una parte, de un cierto público, y por otra, de la industria por la cantidad de discos que ha vendido cada miembro con su propia banda. Es decir, es una extensión de la industria que gira alrededor del rock: lo que en el jazz es una colaboración, una comunión, en el rock es un despliegue de prestigio. Porque si de habilidad se tratara, habría muchos más supergrupos, empezando (WARNING: OBJECTIVE TRUTH INCOMING) por Kayo Dot, o, si gustan, por las legendarias bandas de King Oliver, los Hot Seven, Jelly Roll Morton, etc. etc. Por supuesto, aquellos viejos conjuntos de jazz se trataban también en gran medida de prestigio, pero no en términos capitalistas, sino de talento. La dinámica de ello era, por lo tanto, totalmente distinta, y si bien todos querían tener a los mejores instrumentistas de la época en sus respectivas bandas, la competencia era musical (Jelly Roll constantemente decía que él era el mejor pianista ever, el mejor compositor ever, y así; sin importar si era cierto o no, al menos tenía la habilidad suficiente para apoyar tales aseveraciones y no sólo huevos, a diferencia, por ejemplo hoy en día, de los Killers, de quien el cantante Brandon Flowers dice que son lo mejor que le ha pasado al rock desde hace décadas y luego se pone a componer pura mierda) y no sólo monetaria.

Si se fijan, las bandas más 'indie' así como quienes las apoyan evitan hacer de sus distintas membresías (pasadas o no) un elemento importante de lo que hacen - todo mundo sabe que en Broken Social Scene hay gente de Do Make Say Think, Metric, Valley of the Giants... o que en Fantomas tenemos a la mitad de Mr. Bungle así como al baterista de Slayer and so on, pero mientras que vemos a los críticos mencionarlo todo el tiempo, la música que tales artistas hacen con sus 'supergrupos' es lo suficientemente distintiva y chingona como para que se les de mérito por ese lado. A veces hasta más; creo que hay más gente que conoce a Broken Social Scene que a Do Make Say Think (una lástima, hahaha).

En fin. El punto es que los 'supergrupos' como tales son un gran producto de la industria de la música basado en sus propios referentes, como la venta de discos y la cantidad de exposición que han tenido sus integrantes con sus bandas anteriores (en MTV, en el radio, medios que también le pertenecen). El ejemplo más claro, y a mi parecer el primero que es en verdad significativo en la historia de estas cosas, es el de Asia. Este supergrupo se formó a raíz del gradual desvanecimiento de Yes y Emerson, Lake & Palmer en un mar de semi-pop mediocre (sólo denle una escuchada a Love Beach para que vean a lo que me refiero) ante la incapacidad de ambas bandas de continuar con el proyecto del rock progresivo, por razones que no me termino de explicar, y que podrían ir por el lado de la enorme adquisición de dineritos y fama así como de los caminos que ellos mismos habían cerrado con sus últimos discos (no más jazz fusión, no más música clásica, no nada; gracias a cthulhu Robert Fripp tuvo la suficiente visión como para hacer descansar a King Crimson durante una buena década después de haber agotado las posibilidades de la "era dorada" del progre). Habiendo muerto la utopía-distopía del género a manos de las disqueras y de la falta de huevos de ciertos de sus artistas, sólo quedaba hacer porquerías 'radio-friendly' - y Asia, con todos sus miembros sobrecalificados para tocar porquerías, hizo justo eso. No es que otros no lo hayan hecho (Genesis, Alan Parsons, Mike Oldfield, todos, TODOS los veteranos del progre menos KC), pero ninguno de ellos tuvo la categoría de 'supergrupo'. Es revelador, sobre todo porque en la "era dorada" los músicos de progre intercambiaban bandas como de calzones por lo cual casi que todas ellas eran supergrupos (también porque prácticamente todos y cada uno de esos músicos eran buenos, muy buenos, o excelentes en lo que hacían), lo cual nos dice que había más del espíritu de colaboración común en el jazz y menos de la mecánica del prestigio presente a principios de los ochenta en el rock. El caso de Asia, por lo tanto, es significativo por ser la primera gran muestra de cómo el mainstream podía comprar hasta a aquellos que intentaron hacer del rock "gran arte" (justo, además, en el momento en el que el cadáver del "gran arte" se adornaba ya con unos cuantos gusanitos) y hacerlos parte de su mercado a un precio bastante barato, tan barato que la mayoría de progres que lo vivieron todavía lo sienten como una traición.

¿Existen, por lo tanto, supergrupos 'underground'? ¿Sería correcto llamarlos así? No lo creo. Primero, porque en ese lugar no existen las 'superestrellas'; el prestigio no es impuesto, es ganado, y ni aún así es indicio de seguridad. Claro, al menos mientras no entren pendejos del mainstream que creen que porque un proyecto ya tiene a X o Y peronsa, la cual ha vendido millones de discos, instantáneamente será bueno. Creo que esa gente nunca aprende, por más Audioslaves y Velvet Revolvers que les eches encima. Si eres fan de un músico en particular, pues qué chingón, tú me entenderás cuando digo que los pendejos mainstream son fácilmente reconocibles (al menos los que quedan), tan reconocibles como los pendejos hipsters genéricos que contaminan las 'escenas' y los gustos; todos esos que están en el mismo concierto que tú pero con los cuales no puedes compartir el gusto por lo que escuchan. Pero me desvío del tema - quería ponerles un ejemplo de cada caso (prestigio-meh, prestigio-awesome), ambos de Japón, y que involucran, de hecho, casi a los mismos artistas. El primero es el de la presentación en vivo de Zubi Zuva X en el Japanese New Music Festival (el cual vino a México hace unos años). Los integrantes son Atsushi Tsuyama, Yoshida Tatsuya, y Kawabata Makoto. Los tres son bastante reconocidos en el mundo de la música prog-noise-psych y sabemos lo que pueden hacer a través de la multiplicidad de grupos a los que pertenecen o han pertenecido (Ruins, Acid Mothers Temple, Afrirampo, etc.); son muy buenos músicos, tienen proyectos impresionantes, estoy seguro de que ganan una buena lana, pero no son "estrellas" ni mucho menos. Es como ocurre con los músicos académicos: muchos son reconocidísimos pero distan de ser figuras aptas para Perez Hilton, un reality show... ya know what I'm sayin'? Regresando al ejemplo, lo padre del asunto es que teniendo los 'historiales' que tienen estos vatos, uno no sabe qué esperar. Cuando llega el momento de escucharlo, es cagado, es muy divertido, pero no es nada que resalte en ningún sentido, ni siquiera por su espíritu dadaísta. He aquí el video:



Si por el prestigio de estos cuates, bien ganado por sus miles de obras, dependiera, uno esperaría maravillas. Aunque la intención y las implicaciones de una presentación así es todo lo contrario a las que tiene la idea de 'maravilla' y que de hecho la destruye, uno esperaría algo tan confrontacional como un ready-made, 4'33 de John Cage, no sé. Por otra parte, aunque formalmente sea equis, podemos ver un acto sincero, divertido, más profundo en un sentido cotidiano cuya relación con los manifiestos y el modernismo es en extremo tenue. Tú y yo podríamos hacer algo así, al menos potencialmente (ya en la realidad, saldría algo bastante malo, estoy seguro). Así que esto es más 'contemporáneo', y el ejemplo que sigue es más 'moderno', repleto de abstracciones y referentes a un viejo desarrollo musical que supuestamente empezó con Debussy. Así mismo, es mucho más impresionante y destructivo. Dura una hora en 5 partes de 10 minutos (todas en los vínculos en el cuadrito de videos relacionados ahí en youtube), así que siéntense y déjense llevar. Behold:



Esta agrupación, también ternaria, involucra a Tatsuya Yoshida y Kawabata Makoto una vez más, pero ahora con la participación de Keiji Haino. Creo que para este momento no necesito ya ni presentar al tal Haino. Es uno de mis héroes musicales, por lo que su 'prestigio ganado' tiene mucha influencia sobre lo que pienso acerca de lo que hace, y no tengo por qué dejar eso atrás cuando digo que es uno de los conciertos más chingones ever al que no asistí. Los tres entran en comunión a su manera; siento que hay mucho más espacio individual que en Zubi Zuva y no sólo por la obviedad de la instrumentación, sino también por el proceso creativo en el que participan, más libre, más expresionista, más poderoso: eléctrico, ruidoso, 'free'. Este trio no tiene miedo de traer su infierno personal ante el público, mostrarle cómo se construye y deconstruye la forma, cómo la música no nos dice absolutamente nada porque no es lenguaje, es experiencia. Qué diferencia de Asia y todos los demás supergrupos confeccionados tal vez con buenas intenciones pero validados y estructurados en una sala de conferencias.

Conclusión: es hora de que el supergrupo pase al cementerio y de que las agrupaciones 'legendarias' pasen a ser más comunes, a un primer plano. Ellas, aún en sus momentos menos heroicos (Zubi Zuva) nos pueden ofrecer mucho más que cualquier supergrupo jamás nos ha ofrecido, aunque esté en su más mediatizado y glorioso momento. Pero bueno, ya sueno otra vez a manifiesto, así que es hora de despedirme.

Bye.