viernes, 31 de julio de 2009

Sunwrae - Autumn Never Fall


Un chavo de last.fm me pidió de favor que le pasara este disco. Para aprovechar el vínculo y la subida, se los paso a ustedes también. No les haré una reseña larga, con que sepan que es para fans de Rachel's, los primeros discos de Kashiwa Daisuke, Invert, y otros grupos de música de cámara que tocan música original, compuesta por ellos mismos, basta. El distintivo de Sunwrae es combinar composiciones semi-clásicas padres con ambient y jazz, pero sobre todo jazz. "haha eso ya lo hizo Gershwin hace 90 años, dude!" pueden decir. Sí, pero la diferencia no sólo reside en el tiempo y la experiencia personal de estos músicos de Australia, sino en la intención; el jazz ya no está en condiciones de ser defendido por nadie como arte, y la música clásica no se encuentra bajo el impulso renovador del modernismo de principios de siglo. Además, aquí no hay orquestas ni arreglos sinfónicos. Esto es música que se encuentra en la frontera entre ser simple y compleja, es música sincera y cautivadora para sentarse y pensar, o para salir y admirar la naturaleza, o para cerrar los ojos e imaginar el paso del tiempo, o lo que sea.

¡Que la disfruten!


Let the sun into my head

jueves, 2 de julio de 2009

Upsilon Acrux

La gran mayoría de la música popular interesante de nuestros días proviene directa o indirectamente de las aventuras (sí, tipo Dorita) de las distintas bandas de rock progresivo de los años setenta. Y me refiero a 'rock progresivo' en su denominación más amplia, incluyendo todos los 'movimientos' y todas las regiones donde se dio el interés por explorar las posibilidades de lo aparentemente simple (imagínense a un pinche hippie medio drogado que, con toda la seriedad del mundo, le pregunta a su bandmate: "¿qué pasa si a esta canción de rock le agregamos una sección intermedia en tiempo de 7/8 y después sustituimos los solos de guitarra por unas frases semi-barrocas de teclado mientras en el fondo ponemos el sonido de un violín procesado electrónicamente cuarenta y cinco veces de atrás para adelante y luego de regreso??"). Estilos tan diferentes como la IDM en electrónica y el post-rock en... el rock le deben su estatuto de arte y experimento a aquellos hippies que (casi) todo lo pudieron.

El math-rock no es la excepción. Este estilo caracterizado por el despliegue técnico ultra-desarrollado, lo cual se traduce en ritmos bien pinches raros y estructuras de piezas por completo impredecibles, tomó las pautas de bandas como King Crimson y Rush, añadiéndoles la fuerza y la agresividad tal vez de Voivod y Black Flag para crear un sonido casi brutal y enérgico que conjunta lo corporal con lo cerebral. Claro, mientras que las bandas mencionadas buscaron siempre un balance (sí, hasta Voivod en Nothingface suenan bien calmaditos después de tanto pinche escándalo con Rrröööaaarrr y Dimension Hattross [aunque es bueno mencionar que Dimension Hattross es ya bastante proggy sin dejar de lado lo thrashy]), las bandas de math-rock intentaron trascenderlo con pura forma; si el progenitor es una primera aproximación de Kandinsky, el continuador es algo de Malevich que no sea monocromático, so to speak.

Para ponerlo en pocas palabras, lo que escuchamos en el math-rock es pura forma. Por lo tanto la emotividad tradicional de la música queda totalmente transformada - justo como con los Suprematistas en pintura, lo que escuchamos es una manera nueva de sentir, más profunda, más cercana a una fusión con el intelecto y en consecuencia, aunque sea en intención, holística. Aquellos que dicen que el math-rock carece de todo sentimiento están mal, pero no es algo reprochable, pues todos estamos acostumbrados a que la emotividad expresada en la música sea más bien de orden dramático; si bien los matemáticos tipo Milton Babbitt se dedicaron a exterminar por completo cualquier sentimiento en las altas épocas del modernismo, nunca se dejaron de lado las posibilidades 'expresionistas' tanto de la atonalidad como del serialismo. No pasó demasiado tiempo sin que se utilizaran para fines expresivos, como ocurre en la obra de Alfred Schnittke. En fin, el chiste es que la muy moderna exploración de la forma pop hecha por las bandas de math-rock no excluye en ningún momento la expresividad, y nuestra banda de hoy, Upsilon Acrux, es una muestra de ello entre muchas otras: podríamos hablar sobre Don Caballero y los roces metaleros de sus primeros discos, o de la fina sensibilidad folk/pop de Maps & Atlases, o la ultra-locura caricaturesca de Hella. Todo ello nos da a sentir algo que no es dramático ni nada por el estilo, sino que es más... no sé. Es distinto.

Anyway. Galapagos Momentum (2007) es el quinto disco de esta banda que ha cambiado ya varias veces de miembros y tipos de instrumentación. Para este disco son, al parecer, guitarra, bajo, un moog, y la batería. Cada uno entra en algún momento con particular locura para mostrarnos todo lo que el rock (y la música popular en general) carece: huevos. Para experimentar, para ser libres, para desafiar las normas, para volarnos la cabeza con tanta pinche desquiciadez. Esta música está más allá de mis habilidades para escribir, analizar, y todo, así que lo más que puedo hacer es seguirla, hacerme el loco e intentar. Es un devenir continuo, lo que cuenta que escuchemos aquí no es un resultado, sino un proceso en el cual los músicos nos llevan de la mano y nos dicen 'mira, seguro nunca te volverás a acordar de esta pequeña parte que tanto te gustó, al menos no para que la cantes mientras caminas por el campo... pero al mismo tiempo la recordarás por siempre en idea y sensación'. El impacto y el viaje son lo que cuenta. La descomposición sistemática y disciplinada (no hay nada random en este disco; todo lo contrario, se necesita ser muy bueno para hacer algo así sin que suene a pendejadas) borra los lindes de nuestra (eterna) preocupación: "¿esto es música?" Vaya que lo es. Literalmente no deja nada a su paso; es imposible recordarla, cantarla, disfrutarla sin tenerla puesta en este mismo momento. Sí, nos acordaremos de la sensación y de la idea ya después, y seguro pensaremos en lo adictivo que es eso de 'vivir el momento' así como de aplicarle el dedazo a lo que la tiranía de la melodía representa. Lo malo es que empiezo a sonar a manifiesto, pero a final de cuentas y a pesar de tooooodo el esfuerzo de la academia y de los progres, en general se sigue adorando a Madonna y los Black Eyed Peas y yo qué sé. Sí, Radiohead es sólo una gran pose. Teniendo esas melodías perfectas, PAS/CAL debería estar aterrorizando el mainstream con sus estructuras progre, y sin embargo, permanece en el underground y me temo que ahí se quedará.

Ahem... lo siento. Es sólo que Galapagos Momentum es el perfecto stream of consciousness. Es monumental y poderoso. Es la prueba de fuego contra la que todos los discos de math rock deben enfrentarse; después de escuchar este monstruo, es fácil detectar a los pretenciosos que creen que con cambiar el ritmo un par de veces y usar truquitos en la digitación de la guitarra ya están revolucionando la forma (cough cough Tera Melos). Los dejo para que lo escuchen, se hagan adictos, y luego ya nunca vuelvan a oír melodías sin que les den algo de hueva.

Evolve