jueves, 10 de enero de 2008

In Rainbows


Me acabo de enterar que Radiohead puso su famoso disco In Rainbows a la venta en formato físico hace como una semana… con material extra, que no se puede conseguir oficialmente en su modelo “paga lo que quieras” en línea. Apesta, y por varias razones, no sólo la aparente injusticia cometida a aquellos que realmente pagaron buen dinero (fans, más que otras personas) para adquirir el disquito en mp3. Yo, sin ser fan de Radiohead, pagué lo equivalente a cien varos para escuchar su música y lo hice también precisamente porque el suyo es uno de los primeros modelos en los que el dinero aportado va directamente al artista. “¡Qué padre!”, pensé. “Mi dinero no se va a dividir en mil de tal forma que a los músicos les lleguen finalmente sólo tres centavos. Va completo”. Así que salté junto con todos al ‘bandwagon’, como dicen en inglés. Lo que siguió fue un tanto decepcionante. Primero, un mp3 a 160 kbps no es, ni de cerca, lo mismo que un CD, y la percepción de ello es obvia y clara. No tuvieron la decencia de llegarle a los 192 kbps, una calidad a la que ya notar la diferencia con el disco se hace difícil y que en los convertidores de mp3 es tan sólo el paso siguiente a 160 kbps. “Bueno.”, lo dejé pasar. Abrí el archivo comprimido en el que venía mi “disco” y descubrí que no tenía nada más, ni siquiera la portada en una simple imagen de bitmap o algo así de culero. Nada, pelones los mp3, que ni siquiera traían buen tagging (¿dónde quedó el año?). “Vamos, son detalles, cosa de nada, no seas exagerado.”, pueden decirme. Pero no, no son cosa de nada, son de hecho los detalles que implícitamente vienen con la compra de cualquier disco, estés pagándole la mitad del dinero a la Mixup o contribuyendo directamente a la cartera del artista. Empezando por ahí, hasta el viejo sistema de comprar CDs se luce. Mi vano enojo incrementó cuando supe del método de venta que había adoptado el hip-hopero Saul Williams para su disco The Inevitable Rise and Liberation of Niggy Tardust. En su sitio, le da a los interesados dos simples opciones: bajar gratis el disco, o pagar por él. Si decides bajarlo gratis, el paquete de mp3 viene codificado a la buena calidad de 192 kbps, e incluye la portada del disco y algunas partes del arte del libreto, además de las letras de las canciones. Si decides comprarlo por el módico y fijo precio de cinco dólares, el paquete es casi el mismo con la diferencia de que el mp3 es de 320 kbps, una calidad ya prácticamente indistinguible de un CD, y el libreto completo listo para ser impreso (y no hablemos de una banda como Phish que vende sus discos en línea en calidad FLAC, o “lossless”, que ya viene siendo lo mismo que un álbum en forma digital). Eso sí es “ofrecer un disco” en Internet, y no mamadas. Por supuesto, siendo hip-hop, nadie en los ámbitos “más serios” de la escena musical compuesta por gente como nosotros cuyo interés en la música es algo más pronunciado que el de aquellos que tienen mejores cosas que hacer, como oírla y disfrutarla, le hizo caso. No le ayuda que es alguien relativamente desconocido en el mundo del hip-hop, aunque lleve veinte años componiendo (como siempre, podemos culpar al gangsta rap). Yo me enteré de su proyecto sólo porque mientras surfeaba las altas olas de la red a algo le piqué relacionado con Trent Reznor, de Nine Inch Nails, que me llevó al sitio de Saul Williams. Una locura, pero uno supondría que siendo el Internet, estas cosas tendrían mucha mayor difusión, y más considerando la atención que obtuvo In Rainbows. El cual, hablando de ello, me terminó por parecer una completa farsa al enterarme de su salida a la venta en estos días, con su bonita cubierta, su bonito libreto, y su bonito material extra. A eso sí se le llama chingarse ya no sólo a los que les gusta Radiohead, sino a los fans que le entran hardcore a las cosas que hacen (y los hay muchos). Nos dan una mierda (¡es que es gratis!) y luego nos dicen que pues, a fin de cuentas, mejor si cómprennos el pinche disco, pretty please. Vale madres que lo hayan publicado a través de una disquera independiente (¡yay! ¿a fin de cuentas, quién chingados es VT Records?), porque el error está ya hecho. Espero que para la siguiente lo hagan bien, y ofrezcan el disco completamente gratis para que lo pruebes, así de mierda como lo sacaron, y una segunda opción de comprarlo (físicamente, si quieren), por si vale la pena. Siendo Radiohead, es probable que lo valga, de todas formas. “Exacto, ¿qué hay de la música? Echas pestes de su (oh tan) innovador sistema de ventas pero no hablas de lo importante, de la música.” Muy bien, lector imaginado por mi particular esquizofrenia y que pregunta convenientemente las preguntas que a fin de cuentas voy a resolver, pero que necesitaba una muleta para expresarlas rápidamente, hablaré de la música.

Algunos dicen que es disco del año. Algunos dicen que es el mejor disco de Radiohead a la fecha, y que les recuerda a los viejos tiempos de The Bends. Qué importa y qué mas da, todos escuchamos cosas diferentes a lo largo del año, y más importantemente, todos tenemos gustos bien distintos (Ire Works, de Dillinger Escape Plan, puta, ¡discazo del añísimo!). Así que de tales motivos no puedo hablar, ni puedo discutir. Lo bueno es que sí puedo hacerlo del disco en sí, sin tener que entrar en esos desmadres… mucho.

Comienza todo con 15 step, una canción marcada muy claramente por el estilo de Radiohead que acuñó en los noventa y que perfeccionó en OK Computer, lleno de una simplicidad en ejecución que es tan sólo aparente, pues siempre hay algo más atrás… ¿o no? En este caso, no veo cómo 15 step vaya más allá de ser una canción que se reduce a (¿o engrandece a?) algo familiarmente entretenido, con los detalles electrónicos ya recurrentes en los últimos discos de Radiohead pero con un giro más a lo Idiotique del Kid A cargado de dramatismo que a lo Hail to the Thief como “mejora” del sonido del rock que no se atiene a las fórmulas típicas, algo que esta banda sabe hacer bien. El resultado está bueno para mover el pie, pero no realmente para interesarnos. Bodysnatchers es como la continuación lógica de 15 step, entrando de lleno a un tiempo rápido que se maneja bastante simplemente y en el cual todos los instrumentos involucrados sirven el propósito de producirnos algo de urgencia y extrañeza (y la triste voz del Yorke es el mejor efecto), anticipando un final explosivo y demasiado corto que nos introduce a la intranquila lentitud de Nude. Para ser una banda “de detalles”, hasta el momento no estoy impresionado. Por suerte, Nude es una canción cuya fortaleza reside precisamente en los detalles y no tanto en el tema general. La adición de cuerdas (electrónicas) y otros efectos de sonido que nos remiten a ellas, utilizadas precisa y escasamente como complemento a la voz de Yorke, nos presentan un ambiente melancólico que nos lleva, nos lleva sin pensarlo dos veces. Esta efectividad es sobresaliente, y me gustó mucho encontrarla en un tema rock-anti-rock casi típico de esta banda. Retoma la rapidez Weird Fishes/Arpeggi, el cual es como una combinación de Nude y 15 step muy bien lograda; me podría perder en los detalles pero los temas dominantes son recordables, distintivamente frágiles y limpios, sin nada de ese riffing destructivo del rock al que podríamos estar acostumbrados. Pero eso no son nuevas noticias, ni algo limitado al estilo de Radio-cabeza. Algo de notar en esta canción es el uso de la voz, ya llegando al final, en una forma casi oriental muy introspectiva que nos llena de angustiado misterio. Y llega entonces All I Need. Dios, qué porquería. Es un intento, al estilo Radiohead, de armar una canción tipo post-rock repleta de anticipación por un final fuertemente emotivo y lleno de pasión. Para la música que actualmente hay por ahí, el tema de innovador tiene lo que yo de crítico de música. O sea, nada. Yorke intenta demasiado seriamente sonar afligido y roto, por lo que termina escuchándose como un chillón que apasionadamente echa la hueva mientras llora sus desgracias viendo, no se, MTV mientras se toma su Redbull. El intento por hacer del final algo memorable cae al suelo no porque el arreglo sea malo, o la combinación de sonidos sea incoherente, sino porque antes de él, la canción no produce ningún tipo de anticipación, ninguna tranquilidad o seguridad en el escucha que de un momento a otro se romperá trágicamente produciendo lágrimas. Sólo escuchamos a Yorke quejarse más débilmente de lo acostumbrado (ya que lo maten, o algo) acompañado por un temita olvidable. Faust Arp es la siguiente pieza, y es de aquellas en las que el botón de “Fast forward” llama como la sangre (haha). Bandas como Tool hacen uso de esas pendejadas cuyo punto es “darle coherencia al disco como un todo”, supuestamente evitando que el álbum sea visto como una mera compilación de canciones. Dichas pendejadas consisten en hacer una brevísima composición insignificante y pretendidamente ambiental que más bien termina rompiendo con la unidad del disco en lugar de aumentarla; y donde Tool falla con sus pretensiones, bandas como The Mars Volta tienen éxito al realmente configurar cada canción como parte de un todo perceptible, en lugar de intentar unir las piezas con otras menores, débiles, aburridas, e insensatas. Desafortunadamente Radiohead está en el punto medio, con una rola que no es ni lo suficientemente corta para ser insignificante, ni lo suficientemente presencial como para ser parte integral del disco. Reckoner, el siguiente tema, levanta un poco la cabeza sobre Faust Arp para decir que no, que el disco sigue. Aún así, esta continuación no es tan grata como yo esperaba, y el uso de las cuerdas en momentos que se considerarían dramáticos, con el obvio propósito de resaltar su intensidad, resulta soso y muy cliché, dejándonos pensando por qué en Nude les dieron tan buen uso y ahora andan haciendo cochinadas. Esta rola no es tan mala, y el uso del sonido de un pandero es interesante, pues le da un toque bonito de “báilame” que no es relativo al baile de la música electrónica o hasta el dance rock. Pero ESAS CUERDAS, oh dios, las malditas cuerdas. Bueno, el disco continúa con House of Cards, una canción de ritmo rockerón arreglada de tal forma que parece lenta. Hacia la mitad el tema va aterrizando con un estilo muy a la forma del space rock, con la guitarra dando largas y lejanas notas que siguen el tono distante, obscuro y con eco de la voz de Yorke que nos lleva a una cierta tranquilidad introspectiva, perdidos y flotando en nuestro propio espacio. Está muy bien construida (nada de rompimientos y riffs, nada de cuerdas intentando hacerle al rock dramático), y junto con Nude es un punto bastante alto para el disco. Jigsaw Falling Into Place es la penúltima canción, y es como un ejercicio en Radiohead-ez. Neta, me sonó como a algo salido de Amnesiac de repente, luego a Hail to the Thief , por acá un poco de Kid A, y dale con las pinches cuerdas. Por lo menos aquí están mejor colocadas. Nada sobresaliente, más bien es una canción mediocre de rock que, eso sí, suena muchísimo a Radiohead. Con cuerdas.

Videotape es mi canción favorita del disco. Su base está en el piano, seguido por la voz, sombría y tristemente dulce. Escuchamos la melancolía semi-orientaloide de un canto casi coral mientras la batería hace un arreglo compuesto por golpes rápidos que no nos dejan descansar en nuestra soledad. A mí me remitieron a la noche, no se por qué. Los grillos o algo. Simple y efectiva, Videotape no cuenta con que nos interesemos en detalles, en pensar qué ocurre con la música, sino que cuenta con que por puro sentimiento creemos nuestro ambiente y nos encontremos inmersos en nosotros mismos. ¿Ambiental? Tal vez. Lo que sí es que sin usar trucos baratos (sí, las estoy viendo, cuerdas), ni pretender armar la canción a partir de múltiples detalles dejando que los temas dominantes se presenten casi inesperadamente por sí mismos, Videotape es decididamente triste y emotiva. Muy bien.

En total, In Rainbows no es ni muy innovador ni especialmente poderoso. En cuanto a Radiohead, la innovación vino con OK Computer, y el poder vino con Kid A. Siento que este es un disco más bien para fans, no tanto para el público en general, por varios motivos. Uno, en general sí da la vibra del material más lejano de Radiohead, como The Bends, sin tener mucho en común con el más cercano cronológicamente pero más fallido Hail to the Thief. No rompe con el mainstream estableciéndose paradójicamente en el mismo como los primeros dos discos mencionados en este párrafo, uno por su arreglo de rock en forma inventiva y original combinándolo con electrónica y riffs realmente fuera de lo común, y el otro por su dramática presencia conducida por un rock que logra el mismo nivel de energía y dinamismo sin usar las fórmulas convencionales para hacerlo. Lo que In Rainbows hace se queda corto, simplemente porque todo ello ya había estado antes tanto en Radiohead como en otras bandas más nuevas y con otras ideas. Después del fiasco de Hail to the Thief, realmente no creo que la banda haya tenido la intención de llegarle a sus obras más emblemáticas y superarlas. Esto se me antoja más como un álbum dedicado a los fans, los cuales seguramente adorarán el disco porque revitaliza lo que aparentemente ya se había perdido. Para todos los demás, es un CD más de una de las grandes bandas de nuestros tiempos que aunque ya perdió su chispa y su relevancia está en entredichos cuando se trata de la actualidad, todavía nos mueve a escucharlos y decir “está chido.” Lo bueno es que gracias a cosas como esto del Internet hoy somos un poco más sabios que ayer, y conocemos obras de mayor complejidad, cargadas con más significados, más originales, más desafiantes al oído o tal vez más digeribles, más comprensibles, más bailables. Son todas buenas opciones, y en mi opinión, mejores que In Rainbows, aunque de verdad es un buen disco, pero definitivamente no el mejor de Radiohead ni el más significativo. Fuera de eso y retomando el primer punto de este post, la pinche farsa de comprar la cajita me lleva a pensar en no comprar ni madres y robarme vilmente el disco de Internet, a buena calidad, y con todo y su jodido material extra. Les pagué varo por lo que resultó ser una mierda de prueba, después de todo. Espero que no la vuelvan a cagar, al igual que espero que más artistas adopten un modelo parecido al de Saul Williams, o al menos buscar ventas a través de sitios como CD Baby y las disqueras independientes.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien camarada, me gusto la idea y continuemos. Toadivia no leo todo pero cuando lo haga te digo bien que pedo.

Tony Wak dijo...

otro de esos discos que tienen muy diversas críticas. la verdad, it didnt rock my world. sí, hay momentos que pueden llevarte al "está chido". en fin... se la mamaron con semejante versión descargable. resta decirte "qué pendejo": lo hubieras bajado por 0 pesos (uy, he de cuidarme de semejante blasfemia, los fans hardcore abundan). un abrazote. muy buen inicio, aunque hayas hecho tanto berrinche (je je).

False Bread dijo...

hahaha ya ves que a mi se me da el berrinche como moscas de la fruta en la cocina... sobre todo porque sí me vi bien pendejo y no lo baje a 0 varos, me dio coraje hehehe

CUIDADO HAY UN FAN A TUS ESPALDAS

ahhh ¿verdad? yo vi cómo saltaaaaste, yo lo vi todito.cooom mi chavo

Otis dijo...

La verdad si son mamadas de pagar por un disco de mala calidad en terminos del sonido y por otro lado buen analisís de la parte más importartante aunque a muchos no les importe que es la musical.

Tony Wak dijo...

la "parte musi..." qué? eso no importa, jajajajaja.