lunes, 30 de marzo de 2009

Torturing Nurse

Me puse a leer una novela gráfica llamada Necronomicon (Cthulhu ftaghn y todas esas cosas) con este disco de "fondo". Santo bondage batman, me estaba cagando del malviaje en conjunto. Nunca llegó a ser un malviaje del tipo "mala onda", pero digamos que me encontraba justo en la frontera. Este ruido es de los más violentos, salvajes y angustiantes ever. Olvídense de los experimentos más cerebrales de los chicos y chicas noise de la escena estadounidense y el New Japan; esta shit es como Merzbow al cuadrado antes de que se volviera un maricón del ambient. Les advierto, "al cuadrado" no es hipérbole. Cuidado con sus bocinas, cuidado con sus oídos, cuidado con el pinche WAH WAH PEDAL HACIENDO MAMADAS en lA SeGuNdAA rOOla.


Una hora. Cuando acabe, van a empezar a apreciar no sólo los gratos chirridos de la computadora, el perro, la calle, las uñas sobre el pizarrón, el feedback de un micrófono... sino también sus vidas, ca'. Esto es el cielo, el inframundo, el pinche tao, no sé, pero no es un lugar agradable y está encabronado, sumamente encabronado. Busquen fotos de esta banda de china, tienen un performance bastante extremo que se basa en las relaciones de poder y todo lo (¿lo único?) que de ellas deviene: dolor. El noise en general es liberador, pero en este caso, es el acto de esclavización pura; sadomasoquismo (me soplé todo el disco con gusto) y terror se presentan como lo único existente, lo único presente, y, oh dios, es sobrepresente, sobreexistente, if you will. ¿Y no es el título del disco, Fade Away But Not Ending, una perfecta descripción del dolor? Cuando nos duele algo físicamente no tenemos claro un momento de inicio y de fin, sino que todo es un gran continuo en el que sólo existe una gradual disminución del síntoma, y lo más interesante es que estamos conscientes de que en cualquier momento puede volver. En otras palabras, el dolor nunca finaliza. Siempre está ahí, y es sólo cuestión de despertarlo. Ocurre lo mismo con el de orden sentimental. Por tanto, un disco así resulta más que sugerente. Una vez más, dejaré el choro corto para que se imaginen lo que tengan que imaginarse.

Por supuesto, no me arrepiento de haber echado a andar este álbum, pero cómo tengo miedo de ponerlo una vez más. Esta música es peligrosa, amigos. No la escuchen si no andan bien balanceados de la cabeza. Es neta.

Tráeme el dolor

pd. los gritos al final de la segunda rola, pieza, whatever the fuck, son reales. demasiado reales. Dice el dicho que la verdad (¿la realidad?) duele...

1 comentario:

Otis dijo...

Es difícil digerir un estilo así. Pienso el la dificultad para escribir este tipo de música, eso es lo que continuamente pasa en mi cabeza mientras escucho todo ese desmadre.