lunes, 21 de julio de 2008
Cosas valiosas II
He aquí la segunda parte de tanta mamada escrita en el post anterior. Como les iba diciendo, hay muchos discos que no reciben la atención que merecen y que se encuentran en posiciones algo difíciles frente a la multiplicidad de gustos de la audiencia internetiana (¿en verdad queda gente interesada en escuchar nueva música que no pertenezca a ese grupo?). Hoy en día ya no surgen "grandes grupos"; los que lo son ya forman parte de un pasado que es, en forma muy paradójica, anticuado.
Hace un par de noches alguien platicaba que en dado momento durante la ola del nu-metal todos teníamos no sólo el Follow the Leader de Korn sino también la mierda esa de disco que sacó Limp Bizkit, el cual en el fondo a nadie le gustaba pero era parte integral de nuestra escena. Eso sí es participar de un cierto mainstream, y no jaladas de cuero cabelludo. Mas en esa generalidad había sólo un lugar extraño para aquellos que no se metieron tan de lleno. Yo era un reaccionario. Ante la novedad de esas bandas, yo decía "qué mierda", y seguía escuchando Soundgarden y Smashing Pumpkins. A diferencia de hoy, lo "nuevo" no me concernía y me conformaba con los éxitos de siempre. No me refiero, para nada, a oír música de años antes, porque eso también puede ser nuevo bajo ciertas circunstancias, sino a limitarme a repetir sin cansancio las mismas canciones, las mismas bandas, same old, same old. No se a qué hora me pasó lo contrario, pero el punto es que a pesar de percibir una circunstancia clara y determinada en nuestro mainstream, siempre hay elementos de disrupción que posibilitan la relativización de los "gustos generales".
En este sentido, es interesante ver la posición de una banda como Gifts From Enola. Si sólo visitaramos sitios como Silent Ballet, After the Post Rock, y similares, pensaríamos que esta banda ya es un fenómeno universal. Pero menciónenla en donde sea fuera de estos ámbitos y probablemente se lleven la no sorpresa de un "¿quién?". Si bien los halagos se desbordan de kilobytes, no es una banda que tenga tanta presencia en el mundo real: los mainstreams funcionan de maneras muy, pero muy misteriosas que espero algún día poder descifrar. ¿Cómo chingados llegan Battles y Saul Williams a un festival (el All Tomorrow's Parties)? Cierta fama los precede, por supuesto, pero, por ejemplo, Battles tiene muchos enemigos acérrimos, a tal punto que prefieren escuchar cualquier otra banda de rock instrumental, cualquiera. Hasta la fecha no he encontrado a nadie que diga que Gifts From Enola son un chiste, tienen mala estructura, son demasiado chavitos, yo qué se. Creo que la banda sigue tocando en bares y lugares pequeños. ¿Qué está pasando? Beats me, mates. ¿No son lo suficientemente notorios y/o notables? ¿No tienen el apoyo de la crítica? ¿No tienen uno de los mejores discos de rock instrumental de nuestros tiempos en la manga, como fucking debut? Mientras tanto, una marranada como We The Kings, lanzada al "estrellato" por un chingo de clicks de MySpace, toca en un festival, aunque sea ya en este 2008 año de nuestro señor un festival para retrasados mentales, wannabes, y pubertos, como lo es el Warped Tour. El chiste es que tienen un chingo de exposición, aunque se haya originado en MySpace, y es el tipo de exposición que luego los lleva por tours interminables a través de quién sabe cuántos países. Y no estoy diciendo que estar incluidos en festivales tenga que ser el máximo logro de una banda; sólo me refiero a que ser invitado a uno es mucho mejor que seguir pagando por dar tus propios conciertos.
Así que en pos de esparcir esos clicks de MySpace les presento a Gifts From Enola y su disco debut, Loyal Eyes Betrayed The Mind. Esta banda necesita más gente escuchándola y apoyando sus álbumes, porque promete, promete un chingo. Recientemente hicieron un split con You.May.Die.In.The.Desert titulado Harmonic Motion Volume 1 . Brillaron por su avance en cuanto a estilo, más controlado, más meditado, y más inovativo, pero con medio disco uno queda insatisfecho y es más fácil ir a su grandiosa primera grabación.
En ella hay una intensidad impresionante que resulta no sólo del tradicional juego entre quietud y paredes de sonido, sino también de la capacidad de estos chavales (cuando grabaron este disco estaban saliendo del high school, en gringolandia) de labrar potentes riffs que dicen "somos más heavy que Red Sparowes" sin, en realidad, serlo del todo. Es un sonido que le tira a las altas frecuencias, por lo que no hay pesadez alguna, al menos pesadez real , pues una rola como "Early Morning Ambulance" definitivamente suena a puro instru-metal pero ni nos jala hacia la tierra ni nos lleva consigo en un exacerbado dinamismo; al contrario, es tan disfrutable como Explosions in the Sky y evoca no se cuántas emociones en lapsos de tiempo que llegan a extenderse por minutos hasta que nuestras bocinas se rompen con "City Lights Scraped The Sky". He aquí, señores, señoras, perros e iguanas, un monstruo de rola. Mucho más majestuosa y extrovertida que cualquier rola de EitS, más cercana a las épicas de Mogwai y al crunchy flavor de Pelican o Red Sparowes, esta pieza estalla con un riff casi típico que se convierte en un desplante metalero de headbanging "con esencia", "con alma", con ese algo que no se limita al poderoso movimiento del sonido y que nos hace perdernos no en la nada que se hace entre nuestra persona y la música que escuchamos, sino en el vacío de nuestros pensamientos entremezclados con las notas. Y qué más podría pedir: la continuación, llamada "In the Company of Others", es intensidad pura. Se construye una narración, con un inicio, un desarrollo, y una conclusión. El principio acelera el pulso, el desarrollo lo mantiene en alto y empieza a introducir un elemento de tensión; una tensión enorme que en un punto explota, se hace distorsión, parece que el disco se ha rayado, se ha roto... repentinamente se suelta una gran fuerza vital que tiende al caos, a la disonancia, a la alarma y la destrucción total. Termina, y somos libres.
Para no arruinarles la experiencia, sólo les digo que el resto del disco está lleno de situaciones similares que además combinan espacios ambientales y electrónicos en la mezcla. Es en verdad un gran álbum que vale la pena pasar de persona a persona, de consciencia en consciencia, para que en un futuro sigan haciendo música significativa y no se queden atrás entre todas las bandas que acaparan la atención de la gente, tanto los gustos particulares como los generales. Algún día entenderemos por qué We The Kings salió de su cajita, y por qué Gifts From Enola se ha quedado en la suya. En todo caso tal vez el conflicto está en que sigo creyendo en que hay un mainstream de los mainstreams. Hmmm. Whatever. Escuchen Gifts, y sean felices. O no, también está chido.
Vínculos:
Loyal Eyes Betrayed The Mind completo (la neta es que son muy poquitos megas para ser un disco completo, así que igual y la calidad del mp3 está de la verga. Como es seguro que sea así, cómprense el disco en CD Baby... haha)
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